HADES



El mito de Hades es el mito del amo y señor del Inframundo griego. El Inframundo era un lugar parecido a lo que luego se denominó “infierno”. Sin embargo, Hades no era un ser malvado ni perverso, sino que cumplía simplemente con el papel de alojar las almas de los difuntos, impidiendo que regresaran a la Tierra.

Hades era uno de los 12 grandes dioses del Olimpo, hijo de Cronos, el Tiempo, y de Rea, la Tierra. El mito de Hades dice que fue engullido por su padre al nacer, ya que este temía que alguno de sus hijos se convirtiera en adulto y lo destronara, como él mismo había hecho con su padre.

Sin embargo, otro de los hijos, Zeus, logró eludir esa práctica y se hizo adulto. Luego rescató a sus hermanos, dentro de los cuales estaba Hades.

Los dos, junto con Poseidón, libraron una cruenta guerra contra los titanes para quedarse con el dominio del mundo. Al triunfar, echaron suertes para repartirse la creación. A Zeus le correspondió el cielo, a Poseidón los mares y a Hades el Inframundo.

El mito de Hades

Cuenta el mito de Hades que los cíclopes, unas criaturas fieras que pelearon con los dioses contra los titanes, le habían forjado un casco y se lo obsequiaron. Dicho casco le daba un don único: podía hacerse invisible. Por eso también el Inframundo es invisible para los mortales. Hades era un dios tranquilo, que rara vez interfería con la vida de los hombres.

Sin embargo, desde su reino una vez divisó a una joven doncella. Era la más hermosa que había visto jamás y de inmediato se enamoró de ella y quiso desposarla. La joven se llamaba Perséfone y era hija de su hermana Démeter. Un día la chica estaba cortando flores y de pronto de la misma tierra brotó la figura de Hades con su carro portentoso.

Hades raptó a Perséfone y se la llevó con él al Inframundo. La madre de la chica comenzó a buscar a su hija desesperadamente y, como no tuvo noticia de ella, se vengó de todos haciendo que hubiese un invierno permanente.

Zeus, preocupado por la situación, logró que Hades aceptara estar con ella solo 4 meses al año. El resto del tiempo la joven estaría con su madre. Así nació el invierno de cuatro meses.



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